Cuando se cuenta con espacio suficiente, el vestidor es una solución ideal para almacenar la ropa de modo que quede bien organizada. Debe situarse en el dormitorio, o en una estancia cercana, tomando unos 3 m2 como superficie mínima requerida. Con menos espacio se puede instalar un closet o cabina, una solución intermedia entre el armario y el vestidor. Dependiendo del uso (individual o compartido), su situación (respecto a las ventanas, la estructura....) y otras variantes, el vestidor adopta distintas formas. En la distribución en línea, las barras, los cajones y los estantes, se apoyan sobre una sola de las paredes; cuando se emplean dos tabiques se puede organizar en paralelo o bien el L. Si se dispone de tres frentes, la distribución en U permite lograr el mayor rendimiento.
En unos 5 m2 cabe un cómodo vestidor en paralelo, mientras que con 10 m2 ya se puede disponer de una isla central. Siempre hay que prever un paso libre de 90 cm de ancho para poder circular. Para aprovechar el espacio al milímetro pueden realizarse bajo encargo, aunque existen múltiples soluciones modulares. También es posible usar métodos (montantes no fijos....) de forma que el vestidor se transforme según las necesidades.
en forma de U
La profundidad mínima de los armarios para la ropa colgada es de 60 cm (una percha mide 45 cm) pero conviene llegar a 65 cm, en previsión de las prendas de gran volumen (como abrigos). Son imprescindibles las lejas de unos 40 cm de fondo, ya que la ropa que se guarda doblada (jerséis, camisetas) ocupa unos 35 cm. También hay que prever cajones clasificadores, altillos para maletas y ropa de invierno, zapateros y otros accesorios y complementos.
en forma de L
El hueco aconsejable para colgar las prendas cortas es de 75-90 cm de altura, y el de las largas, de unos 150 cm. Entre leja y leja de jerséis se suelen dejar unos 30 cm, mientras que los cajones ocupan unos 16 cm de altura. La ropa mas utilizada tiene que quedar a mano, en la parte central, a una altura entre la cadera y los ojos para que sea visible. En los lugares menos accesibles se coloca la ropa de otra temporada y los artículos ocasionales. En vestidores en L o en U, los ángulos interiores se aprovechan mejor si uno de los módulos queda abierto.
con dos frentes
Finalmente, hay que decidir si el vestidor contará con estructuras abiertas o si se independizará con puertas. Esta opción protege las prendas del polvo; además permite separar visualmente el vestidor del dormitorio y/o el baño. Las puertas batientes obligan a disponer de más espacio. Las correderas aportan ligereza.
cabina armario
Una correcta planificación permite abordar con éxito la puesta al día de la vivienda.
Cuando se cuenta con espacio suficiente, el vestidor es una solución ideal para almacenar la ropa de modo que quede bien organizada.
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